30 de octubre de 2012

Una cartera "Luis Vuitton"

Señora, ese pibe que a usted la está inquietando... Si. El de allá. El de capuchita gris y los ojos color exclusión. Ese, al que está mirando de reojo desde hace diez minutos mientras aprieta con fuerza contra su panza su cartera "Louis Vuitton" de cuero marrón. Ese pibe es, el que en vez de estar jugando a la mancha con sus amigos, ayuda a su hija a bajarse de la fuente sin que se lastime. El mismo que acaba de enseñarle a su hijo a atarse los cordones mientras usted busca un banco sin "mugre" para sentarse. El pibe de 9 años que tiene que volver rápido a su casa para cuidar de sus dos hermanitos porque su mamá se va a trabajar a "La mansión Herrera" (como ella le dice) para ganarse los ocho pesos por hora que serán el almuerzo de mañana... ¡Ocho pesos le paga! ¿Puede creer? Una señora de bien, así como usted. Con los mismos ojos color indiferencia. Y con una cartera "Louis Vuitton" de cuero marrón... igual... igual... a la de usted...



30 de septiembre de 2012

Soy.

Soy una paso, soy abrazo, soy la risa, una mirada, soy recuerdo y soy silencio.
Soy distancia, soy el agua, soy la sed y soy las ganas.
Soy paciencia, la insistencia, indiferencia, resistencia. Soy la espera... 
Soy la duda, soy recuerdo, soy espacio, soy un grito y soy un sorbo. 
Soy el hambre y soy los celos, soy el frío y soy el viento. 
Soy momentos...

29 de enero de 2012

El origen del nombre del blog.

Tuvimos
uno de esos amores
que duran
sólo unas pocas lluvias
vos tenías, 
una mirada clandestina
de callejón y noche
y yo venia
no sé de cuántas soledades
y de nadas.


Todavía te veo
en esa esquina
por la que no volviste.


Susana Salas

Escribir.

El café, el chocolate, las tormentas, la parte de adentro del bonobon, el insomnio, los ravioles, caminar (sin ir), la llovizna, las miradas, el silencio, recibir una carta, cantar una canción vieja, las reconciliaciones, las ciruelas, el vértigo en una hamaca, caminar descalza, encontrar $10 en un bolsillo, viajar en colectivo y que un extraño de la calle te sonría, dormirse al sol en invierno, matar un mosquito (?), ver una estrella fugaz, encontrarte en una esquina, cocinar, mezclar el helado (?), el otoño, la luna, que te dediquen una canción, las nueces, acostarme cansada, ensuciar medias, las llamadas desconocidas, las fogatas, el violín, el olor al almuerzo cuando volvía del colegio, mirar películas, recorrer Buenos Aires, las ventanas, leer grafitis, armar un bolso, irme de viaje, vestirme mal, usar ropa vieja, romper ojotas, terminar de leer un libro, empezar otro, el viento, dormir...

Detesto.

El ajo. La cara de globo desinflado de las secretarias municipales. La gente que pasea mientras uno corre contra el tiempo. Los que dicen "Yo de política no hablo". Las pizzerías que llenan autoritariamente de chimichurri las de muzza'. Los taxistas fachos. Las niñitas histéricas que te clavan los tacos en el boliche. Los autos acelerando en rojo. La Lilita Carrió. Las señoras que se creen revolucionarias golpeando una cacerola Essen. El café aguado. Los vasos sucios en un bar. La sonrisa de De La Sota. Los menemistas "que estaban mejor". Los compromisos. Las etiquetas. Las chetas conchetas. Los "hippies" que compran con la tarjeta VISA de la mamá zapatillas con la cara del Che Guevara en el shopping. La mentira. La hipocresía. Ser el centro de atención en mi cumpleaños. Que me hagan callar con un "SHH". La gente que habla en los recitales. Los aplausos descoordinados. Las películas yanquies de humor pajero. La gente que se queja de todo. Yo. Esta nota